Cultural Salt Use Insights May Cut Consumption

American Heart Association

Puntos destacados de la investigación:

  • Un análisis de datos de una encuesta nacional de salud realizada antes de la pandemia encontró que la pizza, la sopa y el pollo son algunas de las principales fuentes de ingesta de sodio (sal) para las personas de todos los grupos raciales y étnicos. El estudio también mostró diferencias claras entre los adultos en función de la raza y el origen étnico.
  • Los adultos asiático-americanos tenían más probabilidades de agregar sal al cocinar que los adultos blancos, los adultos negros y los mexico-americanos. Sin embargo, los asiático-americanos fueron el grupo menos propenso a añadir sal a su comida en la mesa.
  • Además, los adultos negros informaron las tasas más altas de intento de reducir la ingesta de sal, al igual que en ser el grupo con más probabilidades de haber recibido una recomendación del médico para reducir la ingesta de sodio.

Prohibida su divulgación hasta las 4 a. m. CT/5 a. m. ET del miércoles, 28 de mayo de 2025

DALLAS, 28 de mayo de 2025 — Casi todos los adultos en los EE. UU. consumen más sodio (sal) de lo recomendado, sin embargo, las fuentes y el uso del sodio varían entre personas de diferentes razas y etnias, lo que indica la necesidad de asesoramiento culturalmente personalizado sobre la ingesta de sodio, según una nueva investigación publicada hoy en la revista profesional de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) (sitio web en inglés), una revista de acceso abierto y revisada por pares de la American Heart Association.

Consumir demasiado sodio puede aumentar el riesgo de sufrir presión arterial alta (sitio web en inglés) y enfermedades cardiovasculares. El adulto promedio en Estados Unidos consume alrededor de 3,400 mg de sodio por día, a menudo en alimentos preparados, como pizzas, tacos, burritos, fiambres, sopas enlatadas y panes. Según el Departamento de Agricultura de EE. UU. (sitio web en inglés), un sándwich italiano de 6 pulgadas (pan, jamón, queso, salami, pepperoni) tiene aproximadamente 3,110 mg de sodio.

La American Heart Association recomienda (sitio web en inglés) no consumir más de 2,300 mg de sodio por día, lo que equivale aproximadamente a una cucharadita de sal. Lo ideal, si tiene presión arterial alta, es consumir 1,500 mg de sodio al día. Si reduce su consumo de sodio en solo 1,000 mg por día (sitio web en inglés), puede ayudar a mejorar su presión arterial y la salud cardíaca en general.

"La Organización Mundial de la Salud considera que la reducción del sodio es una de las estrategias más rentables para abordar enfermedades crónicas como las enfermedades cardíacas. "El consumo elevado de sodio puede incluso afectar enfermedades no relacionadas con el corazón, como la enfermedad renal", dijo la autora principal del estudio, Jessica Cheng, Ph.D., Investigadora Postdoctoral en Harvard T. H. Chan School of Public Health en Boston. "Para reducir la ingesta de sodio en diversas poblaciones, los investigadores, los profesionales de cuidados de la salud y los responsables de las políticas públicas deben ayudar a las personas a comprender el contenido de sodio en los alimentos envasados, las comidas de restaurante, la comida preparada en el hogar y la sal de mesa, a la vez que sugieren métodos para reducir su consumo".

En este estudio, los investigadores examinaron datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (National Health and Nutrition Examination Survey, NHANES) 2017-2020 (prepandemia) para evaluar las diferencias raciales y étnicas en la ingesta de sodio. Se realizó un análisis secundario para desafiar la suposición de la base de datos de que los asiático-americanos agregan sal al arroz.

Entre los hallazgos, se encuentran los siguientes datos:

  • La pizza, la sopa y el pollo estaban entre las principales fuentes de sodio entre las personas de todos los grupos raciales y étnicos.
  • Entre los adultos asiático-americanos, cuatro fuentes de alimentos culturalmente únicas representaron más del 14 % de la ingesta diaria de sodio: condimentos a base de soja (salsa de soja), pescado, arroz frito y lo/chow mein y mezclas de salsas para saltear y a base de soja.
  • Los platos mixtos mexicanos como enchiladas, tamales, taquitos, pupusas, gorditas, chimichangas, quesadillas, tazones de burrito, fajitas, chiles rellenos y chilaquiles fueron fuentes principales únicas de sodio para los adultos mexicano-americanos.
  • Para los adultos negros, alimentos como hamburguesas, nuggets y tiras de pollo estaban entre las principales fuentes de sodio.
  • Los adultos negros informaron las tasas más altas de "intentar" reducir el sodio en comparación con los adultos blancos, 67 % versus 44 %, respectivamente, y tuvieron las tasas más altas de recibir asesoramiento médico para reducir la ingesta de sodio, 35 % versus 18 % para los asiático-americanos.
  • Los adultos asiático-americanos fueron los más propensos a usar sal mientras cocinaban, pero fueron los menos propensos a usar sal en la mesa.
  • Al comparar las estimaciones derivadas del supuesto de que el arroz es salado, suponer que el arroz no tiene sal reduce la ingesta diaria de sodio de los adultos asiático-americanos en aproximadamente 325 mg por día.

"Es posible que hayamos estado sobreestimando la ingesta de sodio entre los asiático-americanos durante la última década al suponer que se añadía sal al arroz", dijo Cheng, quien también es Investigador Postdoctoral en Medicina Interna en Massachusetts General Hospital. "Investigaciones anteriores encontraron que los adultos y los niños asiático-americanos tenían la mayor ingesta de sodio de todos los grupos raciales y étnicos. Sin embargo, esos análisis asumieron que el arroz estaba cocinado con sal. Culturalmente no todos los asiáticos le ponen sal al arroz blanco. Si no agregan sal al arroz al cocinarlo, su consumo de sodio está entre los más bajos de todos los grupos raciales y étnicos".

Cheng dijo que reducir el sodio es bueno para todos y no tiene por qué ser una tarea difícil. "Con base en estos hallazgos, sugiero variar la dieta y agregar más alimentos ricos en potasio, como verduras, que también pueden ayudar a reducir la presión arterial. No es necesario que evite la pizza por completo; cómala con menos frecuencia o intente prepararla en casa con queso bajo en sodio, masa y salsa de tomate preparada desde cero".

Cheng también sugirió que las personas consideren un sustituto de la sal para reducir la ingesta de sodio. "La Organización Mundial de la Salud recomendó recientemente que las mujeres no embarazadas que no tengan problemas renales opten por sustitutos de sal bajos en sodio que contengan potasio. Según nuestro análisis, que utilizó el conjunto de datos prepandémicos NHANES 2017-2020, menos del 4 % de los adultos estadounidenses usan sustitutos de la sal a pesar de su amplia disponibilidad en los supermercados estadounidenses y su costo relativamente asequible. Hable con su profesional de cuidados de salud antes de hacer cambios si está preocupado por su función renal o por los medicamentos que podrían afectarla", afirmó.

Stephen P. Juraschek, M.D., Ph.D., FAHA, experto voluntario de la American Heart Association y exmiembro del Comité de Nutrición del Consejo de Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica de la Asociación, afirmó: "El consumo excesivo de sodio es un factor crítico en los ataques cardíacos y ataques o derrames cerebrales en EE. UU. Este estudio contribuye a la concienciación sobre cómo se introduce el sodio en los distintos grupos culturales de EE. UU. Este conocimiento es fundamental para los profesionales de cuidados de la salud que asesoran a sus pacientes sobre cómo reducir el sodio en sus vidas y en sus familias". Las intervenciones dirigidas a reducir el sodio deben tener en cuenta las diferencias entre los grupos y adaptarse a las necesidades específicas de los pacientes". Juraschek, que no está afiliado al estudio, es Profesor Asociado de Medicina en Harvard Medical School y Profesor Asociado de Nutrición en Harvard T.H. Chan School of Public Health en Boston.

El estudio tuvo algunas limitaciones. Dependía de que las personas describieran sus propios hábitos alimentarios, lo que no siempre puede ser preciso; sin embargo, los participantes informaron lo que comieron en las últimas 24 horas, por lo que es menos probable que recordaran mal sus comidas. Sin embargo, aun así podrían informar erróneamente por varias razones. Es posible que les resulte difícil calcular el tamaño de las porciones de sus comidas, no sean conscientes de cómo se preparó la comida o se olviden de incluir algunos elementos, especialmente aquellos que son fáciles de pasar por alto, como el ketchup en una hamburguesa. Además, el estudio no analizó los diferentes subgrupos asiático-americanos por separado. Los investigadores separaron el grupo "hispano" en adultos "mexico-americanos" y "otros hispanos"; sin embargo, no pudieron dividir el grupo "otros hispanos" en subgrupos.

Detalles, antecedentes y diseño del estudio:

  • Los participantes informaron ellos mismos su raza y etnicidad.
  • El análisis revisó datos del conjunto de datos de uso público de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) 2017-2020 y es representativo de la población general de EE. UU. Los datos se recopilaron desde 2017 hasta marzo de 2020, que fue el comienzo de la pandemia de COVID-19.
  • Se recopiló información sobre las dietas de los participantes utilizando un método de recordatorio de 24 horas, donde ellos mismos informaron los alimentos que comieron en las 24 horas anteriores.
  • Los participantes también informaron con qué frecuencia y el tipo de sal que usaban en la mesa (es decir, sal yodada regular, sal marina, sales condimentadas hechas con sal regular, sal ligera/sustituto de sal) o si no usaban sal en la mesa.
  • Casi todos los participantes informaron sobre el uso de sal (es decir, nunca, rara vez, ocasionalmente, muy a menudo) al cocinar y preparar alimentos.

Los nombres de los coautores, los datos públicos y las fuentes de financiación se encuentran en el artículo.

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